Se me ocurrió jugar con lo que tenemos más cerca....nuestra facultad.
Esta tiene una cara de a partir de las 7:00 de la mañana y otra a partir de las 21:00 h. Durante el día los edificios parecen reducirse a una tercera parte: más o menos 4 clases, cafetería, mesas, biblioteca, taquilla y baño. A medida que tu estancia allí se va sumando, el aire cambia, las paredes cambian, el sentimiento es otro. Se comienzan a descubrir lugares diferentes, lugares con enigma, lugares inhospitos, lugares de soledad, lugares prohibidos...otra facultad. La noche cae y todo se intensifica. Las puertas se cierran, las luces se apagan, ojos que miran, paredes que escuchan, puertas que se abren, la luna que alumbra. Todo puede ocurrir en tu cabeza en la facultad de bellas artes.
No es la primera vez que alguien se queda encerrado (literalmente) el la facultad. Incluso creo que hay gente que se ha quedado ha dormir por "curiosidad". La idea, quizás un poco fantasiosa o mítica, es sumergirnos en el mundo que propongo mediante unos curiosos, o (con el permiso de Esther) de unos reporterillos que quieren desmentir bulos que corren en la facultad de bellas Artes de Madrid.
martes, 22 de enero de 2008
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1 comentario:
pues me parece una buena idea, pero precisamente si en vez intentar desmentir los bulos, nos inventamos una historia de que hay un monstruo suelto por la facultad por la noche... podemos intercalar partes de reportaje, con testimonios, y partes que de narrativa convencional, como si fuese una película de ficción
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